Uno de los nuevos peligros que trae el auge de las redes sociales sobre todo en personas que tienden a registrar digitalmente todo en su vida, es el sharenting. ¿Qué es?
Este término combina dos palabras del inglés: share (compartir) y parenting (paternidad) y apunta al hecho de compartir y documentar de manera constante la cotidianidad de los chicos, desde que son pequeños. No califica de sharenting el registro ocasional.
Institutos públicos y privados revelan que un gran porcentaje de menores tienen imágenes publicadas en internet desde muy corta edad. Y que 1 de 4 adolescentes se sienten tristes, ansiosos y avergonzados de lo que sus padres compartieron cuando eran más chicos.
Esta sobre exposición impacta de lleno en la elaboración de la Huella Digital de nuestros hijos, lo que puede generar diversas consecuencias a futuro ya que al subir los archivos digitales a la nube se hace casi imposible eliminarlas de internet, siendo hoy muy difícil de ejercer el Derecho al Olvido.
¿Están ambos padres de acuerdo en subir constantemente estas fotos o videos? ¿Lo está el menor que tiene derechos? ¿Analizamos el impacto que esto puede causar en los distintos ámbitos de la vida de nuestro hijo como su privacidad, su honra, su autoestima o incluso en su seguridad?
Recordar al momento de subir imágenes de menores que esa imagen puede terminar en cualquier sitio. Por ello, aconsejamos no subir constantemente imágenes de ellos a las plataformas. Y cuando suban imágenes de sus hijos, reflexionar y descartar aquellas que puedan generarles en un futuro un problema –bullying, baja autoestima, etc- o puedan ser utilizadas por redes ilegales: trata de personas, pedofilia o simplemente ladrones que obtienen datos valiosos como colegios, horarios, hobbies, familiares, etc.
No se trata de criminalizar a las redes sociales sino de ser conscientes de que lo que se publica en las redes queda fuera de nuestro control y es obligación y deber de los padres cuidar de la privacidad, integridad e intimidad de sus hijos.
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